Sebastián Abreu dejó en claro por qué se le conoce como 'El Loco'. En el duelo entre su equipo, Botafogo, contra el Fluminense, el charrúa 'picó' la pelota y falló un penalti, sin embargo, tres minutos después se marcó otro y lo cobró del mismo modo, ahora sí, con éxito.
Abreu ha destacado por la forma en que cobra las penas máximas, pues lo más usual es que intente engañar al arquero para patear suave por el centro, tal y como lo hizo en el Mundial de Sudáfrica en el duelo de cuartos de final ante Ghana.
Ante Fluminense, Abreu tomó la responsabilidad del primer penalti cuando su equipo perdía 1-2, al m.51, y sacó un tiro 'picado' al centro de la portería, por lo que el arquero Cavalieri sólo tuvo que quedarse en su sitio para detener el balón.
Sin embargo, tres minutos después se señaló otra pena máxima y de nuevo el charrúa tomó la responsabilidad y cobró de la misma manera, sólo que tiró el balón un poco más cargado a la izquierda, mientras que el arquero se venció al lado contrario.
Al anotar, Abreu, consciente de la presión que tenía encima, festejó de manera eufórica por haberse sacado la espina después de la falla y su gol sirvió para empatar el encuentro, que al final terminó con victoria para el Botafogo por 3-2.
"¿La pelota entró o no? Yo tengo una personalidad diferente, por eso estoy aquí en Botafogo", declaró Abreu al final del partido.
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